¿Sabes ese momento en que vas ganando, todo va de lujo… y de pronto, una mala mano, una mala operación, y ¡boom!
Te empieza a hervir la cabeza.
Y no es que seas débil. Es que tu mente está programada para sobrevivir, no para rendirte al máximo.
¿Sabías esto?:
Cuando entras en estrés o frustración, tu amígdala (sí, esa parte del cerebro que no tiene nada que ver con los mocos) se activa como una alarma.
Y cuando eso pasa, el córtex prefrontal, que es el que toma decisiones lógicas, ¡se desconecta! Literalmente.
Sí, sí. En ese momento ya no estás jugando tú.
Está jugando tu instinto. Y a ese le cuesta horrores foldear.
¿Y qué tiene que ver el estoicismo con todo esto?
Los estoicos sabían lo que hacían.
Entrenaban la mente todos los días para diferenciar lo que pueden controlar y lo que no.
Eso, llevado al póker, Esports o al trading, es puro oro.
✔️ ¿Puedo controlar la varianza? No.
✔️ ¿Puedo controlar mi respuesta a ella? Totalmente.
Cuando entrenas esa capacidad, te vuelves imperturbable.
De esos que no se desinflan tras una mala mano o una racha roja.
Y eso, amigo mío, es lo que separa a los que sobreviven… de los que escalan.
¿Te ha hecho clic esto?
Pues en ASSES trabajamos justo esto:
Cómo hackear tu cerebro para que te juegue a favor, no en contra.
Y si te ha molado este correo, espera a que vivas una sesión con nosotros.